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¿Qué es una cláusula abusiva?

Juan Gregorio Llamas Morón

¿Qué es una cláusula abusiva?

Una cláusula abusiva es toda estipulación no negociada individualmente y toda práctica no consentida expresamente que, en contra de las exigencias de la buena fe, causa un perjuicio al consumidor y un desequilibrio importante en los derechos y obligaciones de las partes del contrato. Su regulación principal en España se encuentra en el Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (TRLGDCU).

El concepto no es nuevo; históricamente se conocían como «cláusulas leoninas», en alusión a la fábula de Esopo donde el león, por su posición de fuerza, se quedaba con todas las partes de la presa. De forma similar, una cláusula abusiva refleja una imposición de la parte con mayor poder de negociación.

¿Cuáles son los requisitos para que una cláusula sea considerada abusiva?

Para que un tribunal declare una cláusula como abusiva, deben concurrir tres requisitos definidos por la ley y la jurisprudencia, basados en el artículo 82.1 del TRLGDCU:

  1. Falta de negociación individual: La cláusula ha sido impuesta por una de las partes, sin que el consumidor haya tenido la posibilidad real de influir en su contenido. Se presenta en contratos de adhesión, como los bancarios, de telefonía o suministros.
  2. Perjuicio para el consumidor y desequilibrio: La estipulación genera una asimetría injustificada en los derechos y obligaciones, inclinando la balanza de forma desproporcionada a favor de la empresa y en detrimento del consumidor.
  3. Contrariedad a la buena fe: La cláusula viola el principio de lealtad y confianza que debe regir toda relación contractual. La empresa se aprovecha de su posición para obtener una ventaja indebida.

¿Cómo puedo identificar una cláusula abusiva en mi contrato?

Identificar una de estas cláusulas requiere un análisis crítico del contrato. Presta especial atención a las estipulaciones que parecen injustas o desproporcionadas. A continuación, te formulamos varias preguntas clave que te ayudarán a detectarlas.

¿El contrato fue impuesto sin opción a negociar?

Si te entregaron un contrato estándar y te indicaron que «son las condiciones de la empresa» sin posibilidad de modificar el texto, es muy probable que contenga cláusulas no negociadas individualmente, un primer indicio de posible abuso.

¿La cláusula limita tus derechos básicos como consumidor?

Revisa si alguna parte del texto te impide reclamar, te obliga a renunciar a derechos que la ley te concede o te impone obstáculos desproporcionados para dar de baja un servicio o ejercer una garantía. Estas limitaciones suelen ser nulas.

¿Te obliga a asumir gastos que no te corresponden?

Un ejemplo clásico es la imposición al comprador de todos los gastos de formalización de una hipoteca. El Tribunal Supremo ha dictaminado que ciertos gastos deben ser compartidos o asumidos por el banco, por lo que su imposición total al cliente es abusiva.

¿Permite a la otra parte cambiar las reglas del juego?

Una cláusula que faculta a la empresa para modificar unilateralmente el precio, las condiciones del servicio o la fecha de entrega sin un motivo válido y explícito en el contrato es un claro signo de abusividad.

¿Cuáles son los tipos más comunes de cláusulas abusivas?

Aunque pueden adoptar muchas formas, existen varias cláusulas abusivas que los tribunales han identificado de forma recurrente en contratos con consumidores, especialmente en el sector bancario y de servicios.

Tipo de Cláusula Descripción y Ejemplo Práctico
Cláusula suelo Establece un tipo de interés mínimo en una hipoteca variable. Aunque el Euríbor baje, el consumidor sigue pagando ese mínimo, impidiendo que se beneficie de las caídas. Fue declarada nula por falta de transparencia.
Vencimiento anticipado Permite al banco resolver el contrato y exigir la devolución total del préstamo por el impago de muy pocas cuotas. La ley actual ha limitado esta práctica, exigiendo un impago de mayor gravedad.
Imposición de gastos de formalización Obliga al consumidor a pagar el 100% de los gastos de notaría, registro y gestoría de un préstamo hipotecario, cuando la ley y la jurisprudencia establecen un reparto de estos costes.
Intereses de demora desproporcionados Fija un interés por retraso en el pago que es excesivamente alto. Los tribunales consideran abusivos los intereses que superan en más de dos puntos porcentuales el interés remuneratorio pactado.
Renuncia a derechos o al fuero propio Obliga al consumidor a renunciar a reclamar o a someterse a los tribunales de una localidad distinta a la de su domicilio, dificultando el acceso a la justicia. Esta cláusula es nula según el artículo 90.2 del TRLGDCU.
Redondeo al alza Cláusula que, en préstamos a interés variable, redondeaba al alza la cuota resultante. Fue una de las primeras en ser declaradas abusivas de forma sistemática por los tribunales.

¿Qué consecuencias legales tiene una cláusula abusiva?

La consecuencia principal de que una cláusula sea declarada abusiva por un juez es su nulidad de pleno derecho. Esto significa que la cláusula se considera como si nunca hubiera existido y se elimina del contrato, sin afectar, por lo general, al resto del acuerdo.

¿Se anula todo el contrato si una cláusula es abusiva?

No, como regla general. El ordenamiento jurídico español aplica el principio de conservación del contrato. El artículo 83 del TRLGDCU establece que el contrato seguirá siendo obligatorio para las partes siempre que pueda subsistir sin la cláusula declarada nula. Solo en casos muy excepcionales, si la cláusula era tan importante que el contrato no tiene sentido sin ella, podría declararse la nulidad total.

¿Puedo recuperar el dinero que pagué por una cláusula abusiva?

Sí. La declaración de nulidad tiene efectos retroactivos. Esto implica que la empresa debe devolver todas las cantidades que el consumidor haya pagado indebidamente en aplicación de dicha cláusula, junto con los intereses legales correspondientes desde la fecha de cada cobro.

¿Qué marco legal me protege frente a estas cláusulas?

El sistema legal español, en sintonía con el europeo, ofrece un sólido escudo de protección al consumidor. Las principales normativas son:

  • Real Decreto Legislativo 1/2007 (TRLGDCU): Es la norma central. En sus artículos 82 a 91, define qué es una cláusula abusiva, establece los requisitos para su nulidad y ofrece una «lista negra» de cláusulas que son abusivas en todo caso.
  • Ley 7/1998 sobre Condiciones Generales de la Contratación (LCGC): Regula los contratos de adhesión y establece controles de incorporación y de contenido para proteger al adherente, sea o no consumidor.
  • Directivas Europeas: La Directiva 93/13/CEE del Consejo es el pilar de la protección a nivel europeo y ha inspirado toda la legislación nacional. Su interpretación por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) es vinculante para los tribunales españoles.

¿Necesitas asesoramiento experto?

Entender y reclamar contra una cláusula abusiva puede ser un proceso complejo que requiere un conocimiento profundo de la ley y la jurisprudencia. La protección de tus derechos como consumidor es una prioridad, y actuar a tiempo es clave para recuperar lo que es tuyo y asegurar un trato contractual justo. Si crees que tu contrato contiene condiciones injustas o desproporcionadas, es el momento de actuar. Para recibir una valoración profesional de tu caso, contacta con un abogado en Tenerife y defiende tus derechos con garantías.

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